NUESTRA INVITACION DE BODA

Hola gentecilla, hoy es 20 de agosto, y eso significa que solo falta un mes para Nuestra Boda. Cada vez se hace más patente que ésto va en serio, comienza el estress, la cabeza se llena de detalles por ferfilar..., y todo por un único objetivo; celebrar de la mejor forma posible nuestro enlace.
Sabeis, que desde el principio, hemos intentado no caer en la rutinaria preparación de una boda. Hemos querido plasmar nuestro sello -lo que somos y cómo somos- en cada uno de los detalles... en la invitación que aquí publicamos por primera vez, en la celebración, en los cantos, en la música, en las alianzas, en el blog... y lo que más nos reconforta es que hemos intentado que todo esté a nuestro gusto.
Todo ese sentir y todo nuestro esfuerzo quedan reflejados en una expresión, que lejos de lo que las apariencias pueden mostrar en algún momento, resume muy bien nuestra intención. Y es que todos esos detalles no son "para lucirnos e ir fardando por ahí" o "para tener la mejor boda del mundo". Esos detalles son para hacer de este acontecimiento algo nuestro, irrepetible y porqué no, también inolvidable... al menos para nosotros. Cuando uno entrega algo suyo, algo que ha salido de su cabeza y su corazón está entregándose a si mismo. Y eso mismo es lo que hemos sentido con cada una de las invitaciones que hemos repartido a nuestros familiares y amigos. Les ha gustado a todos (al menos eso nos decian) pero de todos los comentarios nos quedamos con esa expresión de la que hablabamos al principio, que fue una de las muchas que nos dijeron al verla: "¡QUE PERSONAL!" Y nos quedamos con ella porque en eso se resume todo; en intentar vivir cada uno de esos momentos lo más personalmente posible. Haciendo que cada uno de ellos cuente realmente en nuestras vidas. ¡¡Gracias a todos por vuestra cercanía en este momento!!